Así como en todos los ámbitos de este mundo, el fútbol también ha tenido cientos de charlatanes que aseguran ser buenos a la hora de jugar o que han llegado a debutar por ser apadrinados o parientes de algún alto mando de algún club, pero al llegar a la cancha simplemente son una burla a este deporte.
En la historia se han visto muchos jugadores que insultan la pupila del espectador con su nula técnica o su corta visión de juego, sin embargo, han estado en grandes clubes como parte de una cruel broma del destino. A continuación se muestra una lista de jugadores que eran muy malos para el fútbol.

1- Santiago Fernández
Este mexicano jugó para el club américa siendo uno de los más destacados delanteros de su generación, sin embargo, al pasar el tiempo se vio lo que verdaderamente era; una falsa ilusión. El punto de quiebre de este jugador fue cuando participó en la histórica eliminación de México en los preolímpicos en 2008.
2- Jean Philipe Javary
Un jugador francés que había militado en el Montepellier y que gracias a la fortuna terminó por jugar en el Barcelona. Después de un pésimo andar por el club azulgrana, fue al Espanyol para después ser cedido a un equipo de segunda división.
3- Renaldo
El brasileño llegó al Deportivo La Coruña con aires de grandeza, sin embargo, sus ridículos números y el dinero que pagaron por él lo declararon un total fracaso.
4- Ulises Mendivil.
El nacido en Baja California jugó como delantero en el club Pachuca en 2009, sin embargo, su pésimo nivel lo terminó por hundir. Después de no ser contratado por nadie fue a jugar a Guatemala donde se retiró en 2014.
5- Ike Uche
En 2015 y junto a Gignac llegó Ike Uche, delantero con experiencia en el fútbol de España que pintaba para marcar época en la Liga. Nunca pudo estar en forma física y solo pudo debutar en la Concachampions.
6- Djalminha
El brasileño llegó como refuerzo bomba al América, luego de un paso muy destacado por el fútbol de España. Nunca se logró adaptar y únicamente disputó cinco encuentros, marchándose con mucha más pena que gloria.