Trofeos, medallas y toda clase de objetos interesantes, relativos al deporte, han sido robados a lo largo de la historia.
El robo del trofeo de la Europa League, en León, Guanajuato, el pasado 19 de abril, no es el único objeto deportivo famoso que ha sido robado. En 1966, en Inglaterra, la copa Jules Rimet fue robada mientras era exhibida en Westminster.
La FIFA decidió hacer una réplica para que el anfitrión obtuviera el trofeo. Éste apareció a los pocos días, entre los arbustos de un jardín, donde un perro llamado ‘Pickles’ lo encontró. En 1997 se subastó dicha réplica por 254 mil 500 libras.
En el Mundial de México 1970, se le entregó el trofeo Jules Rimet a Brasil. En 1983, cuatro argentinos relacionados al negocio del oro, robaron la copa en Río de Janeiro, que estaba expuesta en la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol. Aunque después fueron detenidos, el trofeo jamás apareció.
El fallecido marchista mexicano Noé Hernández, fue víctima de la delincuencia en 2002. El medallista olímpico sufrió un robo en su apartamento y entre las pertenencias robadas se encontraba la medalla de plata que obtuvo en Sidney 2000.
No se puede dejar de lado el jersey, que el periodista mexicano Mauricio Ortega robo de las regaderas de los Patriots, al terminar el Súper Bowl LI, en Houston. La playera del quarterback apareció días después en la CDMX.