Polémico y odiado por muchos, este personaje fue colocado por Enrique Peña Nieto para dirigir la Comisión Nacional del Deporte. Mucho se dice sobre su trabajo ahí y sobre si ha logrado o no impulsar el deporte nacional.

Alfredo Castillo, es el ‘’todólogo’’ más notorio del equipo de Enrique Peña Nieto. En 2002 comenzó su trabajo en la procuración de justicia, su primer cargo fue en la Procuraduría General de la República, donde fue asesor de Rafael Macedo cuando era titular de esa dependencia y de los subprocuradores de procesos penales.

En 2010, Enrique Peña Nieto, que en ese momento era gobernador del Estado de México, designó  a Castillo como nuevo procurador de justicia del Estado de México, y cuando Peña ganó la presidencia de México, Castillo se integró a la subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR.

También pasó por la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán, y en el 2015 rindió protesta como nuevo titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.

A lo largo de su trayectoria como funcionario de la Conade ha protagonizado varios escándalos que lo han puesto en la mira de la sociedad.

En la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río 2016 empezaron los escándalos, y es que la diseñadora mexicana María Luisa de Chávez, creadora de los trajes que usó la delegación en cinco emisiones anteriores, acusó a la CONADE de haber rechazado su propuesta por ser muy elevada y no haber recursos para pagar los $375 mil pesos que ella presupuestó. La sorpresa vino cuando la delegación mexicana apareció en la inauguración de Río vestida de pies a cabeza con ropa de la marca Hugo Boss, y cada traje tuvo un costo de $15 mil pesos, por lo que al final el gasto fue de más de 4 millones de pesos.

Castillo sufrió otro ‘tropezón’ en Río, al haber llevado a su novia a la justa deportiva, los usuarios en redes sociales criticaron que la pareja de Castillo vistiera el uniforme oficial de la delegación mexicana y apareciera en la ceremonia de inauguración de los juegos. Pese a que Castillo explicó que él solventó los gastos del viaje, y que fue el patrocinador de la ropa de los atletas quien sugirió que todos usaran la misma vestimenta, reconoció que fue una imprudencia haberla llevado a los Juegos.

Una de las cosas que más indignaron al público fue la falta de uniformes dignos y adecuados para competir. En Río, tanto el halterófilo Bredni Roque, como el boxeador Elías Emigdio salieron a competir con uniformes parchados, pues dijeron no haber recibido los materiales del Comité Olímpico Mexicano, ni de la CONADE. Los dos organismos se aventaron la pelota: Castillo se justificó diciendo que no era responsabilidad de la Comisión sino de las Federaciones, mientras el Comité acusó la falta de recursos para la compra de uniformes.

Otra escándalo para Castillo llegó cuando hizo una declaración, un tanto inadecuada, cuando estaba en auge el escándalo por los uniformes, declaró que no había que reclamarle a la CONADE por los pobres resultados en el deporte, pues ellos eran sólo un agencia de viajes. Según Castillo, la Comisión sólo es una especie de banco que suelta dinero a las federaciones, las cuales se encargan de los atletas. Si se trataba de salir mejor parado, no le resultó a Alfredo.

En Junio de este año, José Manuel Mireles, ex jefe de autodefensa de Michoacán, denunció que los delincuentes que hay en Michoacán, son personas vinculados con el ex comisionado de seguridad, Alfredo Castillo Cervantes. Afirmó que los líderes de las organizaciones criminales que operan en Michoacán, son personas que armó Alfredo Castillo Cervantes.

Aunque Castillo, después de los escándalos de Río 2016 declaró: ‘’Mi renuncia está sobre la mesa. La instrucción que tengo es dar una explicación puntual a la opinión pública…’’; actualmente sigue al frente de la Conade.

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