En la vida nada está comprado ni hay nada seguro. La prueba más reciente fue la del deceso del futbolista italiano Davide Astori. Nacido en San Giovanni Bianco, Italia, el 7 de enero de 1987, Astori fue fichado por el club Cagliari para la temporada 2008-2009 por un millón de euros. El defensa elevaría su nivel a lo largo de un par de años y de muchos encuentros. El 23 de octubre de 2011, tras un choque con Ezequiel Lavezzi, el defensa italiano se fracturó el pie, lo que lo alejó de las canchas tres meses.

Tras una transferencia con opción a compra, por dos millones de euros, en 2014, el italiano salió de su club y llegó a las filas de la Roma. Finalmente, en 2015 llegó como préstamo a la Fiorentina y al comienzo de la temporada 2017-2018 fue nombrado capitán de la escuadra.

El pasado 4 de marzo, en el hotel de concentración de Údine, el capitán y defensa de la Fiorentina, falleció en su habitación debido a un paro cardiorrespiratorio. La falla en el corazón fue provocada por una bradiarritmia que padecía el jugador. En términos generales, la “bradicardia” es cuando una persona tiene la frecuencia cardiaca más baja de lo normal, lo cual es bastante común en atletas y futbolistas. Arritmia, por su parte, es el déficit eléctrico del ritmo normal del corazón.

Al parecer, el jugador y la directiva desconocían estas condiciones, por lo que jamás fue tratado.

Tras confirmarse la noticia, el club organizó una misa en la basílica de la Santa Cruz. Los aficionados no callaron su dolor e inundaron las calles portando fotografías, veladoras y cartas al inolvidable número 13.

En señal de luto, la Serie A aplazó la jornada del pasado fin de semana.

Los equipos Cagliari y Fiorentina, retiraron el dorsal número 13 de sus instituciones, ya que en ambos equipos portó ese número. Cabe mencionar que la Fiorentina fichó al jugador de por vida y el sueldo de Astori será destinado a su esposa Francesca Fioretti y a su hija Vittoria.

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