Este importante recinto acumula muchos años, curiosidades y anécdotas en su historia.
La actual casa del Cruz Azul, fue el primer estadio de concreto en México. En un principio fue creado como parte de un proyecto, en la realización de una Ciudad Deportiva en las afueras de la capital mexicana, a mediados de los años 40. El proyecto incluía una plaza de toros y un estadio olímpico.
Desde su inauguración, fue la casa de varios equipos de la primera división del fútbol mexicano. De 1947 a 1955, el Atlante y el América disputaron sus encuentros, como locales, en esta cancha; durante los 80, el Atlante volvió y el nombre del recinto cambió a Azulgrana. Desde 1996, el Cruz Azul juega como local sus juegos de la liga, en este estadio. A partir de entonces, se han realizado distintas adecuaciones al complejo, como agregar butacas.
Un 6 de octubre de 1946 se celebró en el estadio su primer partido y fue de fútbol americano, entre los Pumas de la UNAM y los Aguiluchos del Heroico Colegio Militar. El complejo fue sede de varios encuentros de americano, durante la década de los 50. Fue hasta el 5 de enero de 1947, cuando se celebró el primer encuentro de fútbol soccer en este estadio, se trató del partido del Veracruz contra el Racing de Avellaneda, el equipo veracruzano se llevó la victoria 2-1.
Aunque son de distinta naturaleza, el Estadio Azul y la Plaza de Toros México, pueden ser considerados edificios hermanos. Fueron construidos en el mismo periodo y con la misma técnica. Incluso, compartieron un taller de prefabricados de concreto, improvisado en el lugar, que se formó con las cuatro revolvedoras más grandes que había en México.
Para la gradería del estadio, se aprovecharon lo hoyos que había en el terreno, dejados por la antigua ladrillera del Rancho San Carlos, a fin de ‘enterrar’ la mitad del estadio. Los asientos se realizaron con un sistema patentado por el arquitecto, que consistió en piezas prearmadas, que embonan en los taludes y se unen con canaletas.
Actualmente el estadio tiene planes de ser demolido, según dio a conocer la familia Cosio, propietaria del estadio, para construir en su lugar, un centro comercial y un hotel.