La leyenda de los Hooligans

Hooligans es un anglicismo utilizado para referirse a los hinchas de nacionalidad británica, que producen disturbios o realizan actos vandálicos, que en ocasiones pueden derivar en tragedias.

Algunos atribuyen el nombre a un informe de la policía de Londres que data de 1898, donde aparece el término y que publicó The Times; otros a Edward Hooligan, un personaje de allá por 1877, del sudeste de Londres que se caracterizaba por ser borracho, perezoso, poco amante del trabajo y protagonista de las escasas peleas que existían en la capital inglesa. Edward armaba los enfrentamientos con todo el que se oponía a su exagerada forma de consumir cerveza.

Sus escándalos impresionaron a toda la sociedad londinense que, a partir de Edward, todo aquel que protagonizó hechos violentos y actuó en contra de las normas, comenzó a ser llamado ‘’hooligan’’.

La difusión masiva nace en Inglaterra, junto a la copa mundial de fútbol de 1966. La prensa oficial y los portavoces de Buckingham Palace, identificaron este término con la creciente ola de marginalidad, sobre todo en los grandes centros industriales. El término se ligó a una determinada vestimenta, unas pautas de conducta, un argot, y ciertos barrios.

Durante este torneo, los grupos conformados por hippies, rockers, teddy-boys, rude boys, hell-angels y hard-mods, empezaron a transformar los estadios de fútbol en campos de batalla.

Las barras en Inglaterra no se hicieron bautizar con nombres especiales, ya que el término hooligans fue genérico y sirvió para señalar a la mayoría de revoltosos en el fútbol europeo. Estos aficionados agresivos, seguidores de un equipo en concreto, suelen enfrentarse a menudo con los grupos del equipo contrario, durante el encuentro. La tensión aumenta durante los llamados clásicos o derbys, que son encuentros entre equipos de la misma ciudad, o equipos con una gran competencia histórica.

Estos encuentros violentos entre grupos, han dado lugar a numerosas muertes (un promedio de media docena al año, en la década del 90), y tragedias a lo largo de la historia del fútbol inglés. En 1985, en el estadio Heysel (Bruselas), murieron 39 personas, en su mayoría italianos, durante un ataque artero de los aficionados del Liverpool, que esa noche jugaban con la Juventus la final de la Copa de Europa.

La violencia en los partidos de fútbol a manos de los hooligans, no era un fenómeno exclusivo de Inglaterra, pero fue tan fuerte y frecuente en esas latitudes, que fue bautizado como ‘’la enfermedad inglesa’’. Para los años 80 el hooliganismo se había vuelto más organizado, más violento, e imposible de ignorar por parte de las autoridades.

La acción de las autoridades empezó, en forma, en 1997, después de los 95 muertos y 200 heridos, que provocaron los desórdenes en el estadio de Hillsboroucgh, durante la final de la copa inglesa.

En Inglaterra, actualmente los hooligans están mucho más «tranquilos» debido a la «ley anti-hooligan» que entre otras cosas prohíbe la entrada a los campos de fútbol a los hinchas más violentos. En los últimos mundiales de fútbol (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010), las autoridades inglesas retiraron el pasaporte a todos los hooligans que estaban fichados por la policía, para que no pudieran cometer actos vandálicos en estos torneos. La mayoría de estos grupos son de extrema derecha, pero no todos.

@BalonesYMujeres

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