Cada año vemos cómo los mejores atletas del país migran en busca de mejores oportunidades salariales, mejores competencias, y en general un mejor desarrollo profesional.
Hablamos de la fuga de atletas mexicanos.
El Centro Nacional de Alto Rendimiento, CNAR, en conjunto con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, CONADE, están encargados del desarrollo de atletas de alto rendimiento y el fomento deportivo en México, sin embargo, tal parece que su trabajo no ha sido suficiente para que nuestro país se convierta en potencia deportiva.
Casos de fuga de talentos deportivos existen cientos, de entre los que podemos destacar el de los niños triquis, quinteta de baloncesto, el equipo de raíces indígenas demostró el nulo apoyo que tiene el deporte en la agenda política del país. Los niños actualmente estudian en Europa, continente que no sólo los alberga a ellos, también a Carlos Vela, Giovani y Jonathan Dos Santos, Héctor Herrera y Javier Hernández, todos futbolistas, dejaron el territorio nacional para conseguir un lugar entre el mejor fútbol del mundo.
A pesar de que en México el balompié predomina entre las preferencias deportivas de la población, no es tan bueno como para conservar a sus jugadores destacados, hacerlos triunfar y consagrarse como figuras importantes en el mundo del soccer.
El béisbol de Ligas Mayores también tiene mexicanos, Adrián González, Jorge de la Rosa, Yovanni Gallardo y Jaime García, no solo son estrellas del diamante, sino también algunos de los mejores pagados de este deporte; lastimosamente el béisbol no tiene la misma fama que en EUA, país que tiene una cultura deportiva más amplia, en la que impulsa el desarrollo equitativo de todas especialidades, al el contrario de nuestro país, que se centra en una sola y se queda sin espacio para otros deportes.
La política, corrupción y el poco fomento deportivo en México, merman las oportunidades de desarrollo para aquellos que quieren dedicar su vida al deporte. ¿Qué le hace falta al país para conservar a sus atletas?
Balones y Mujeres 