En los últimos meses, se ha puesto en duda la continuidad del actual director técnico de la Selección Mexicana: el colombiano Juan Carlos Osorio.

Y no es para menos, ya que Osorio ha sembrado muchas dudas en los directivos, responsables del manejo de nuestra Selección, y en la afición, debido a los resultados que ha dado el equipo, durante la etapa eliminatoria para el Mundial de Rusia 2018 y en la Copa América 2016.

Aunque el TRI avanza con paso firme hacia la hexagonal final –la cual le daría el paso al Mundial– la realidad es que Osorio no termina de convencer, debido a su esquema de rotaciones, y a su falta de personalidad, la cual era base de los anteriores proyectos que manejó el equipo nacional.

El futuro del colombiano es muy incierto, y si desde su nombramiento como director técnico, existían dudas, después del 7 – 0 histórico –con el que México quedó fuera de la Copa América– las cosas se complicaron mucho más, tanto para el entrenador, como para los jugadores, quienes parecen no encontrarse dentro del terreno de juego.

Lo peor del caso, es que nuestra selección cuenta con grandes jugadores, mucho de ellos, de talla mundial como: Javier Hernández, Raúl Jiménez, Héctor Herrera, Jesús Manuel Corona y Andrés Guardado, quienes han tenido distintos problemas para adaptarse al estilo de juego que propone Osorio.

Llegó el momento de detener las prórrogas, y exigirle a la Selección, resultados, porque siendo uno de los equipos más poderosos de la CONCACAF, no es posible que no logren convencer y que se vean atacados por su propia afición, la cual pide la destitución del entrenador, y el esfuerzo de todos los jugadores involucrados.

Al intentar ser innovador, Osorio solamente le está robando la identidad a un equipo nacional, que se ha mantenido en el limbo desde hace varios años, en los cuales no hemos logrado tener un papel protagónico, dentro de los diversos torneos internacionales en los que hemos participado.

Por otro lado, es necesario que los mismos jugadores, aquellos que cuentan con jerarquía, sean capaces de levantar la voz y exigir que se termine con las indecisiones, para que así, se aproveche el potencial individual y colectivo con el que cuenta; una de las camadas de jugadores con más talento y proyección individual que ha dado nuestro país.

Así como en la política, Juan Carlos Osorio y la Federación Mexicana de Fútbol, nada más nos prometen, pero no vemos claro. Sinceramente, no queremos vivir una vergüenza similar a lo que sucedió el verano pasado, frente a Chile.

Estamos cansados de promesas, mejor pónganse a trabajar y den soluciones.

@BalonesYMujeres