En el deporte siempre se ha hablado sobre la suerte, amuletos y sobre todo de maldiciones. Sin duda, el rumor de este último elemento ha perseguido a deportistas y a eventos enteros como algún torneo o los mismos Juegos Olímpicos. 

Como es bien sabido por casi todos, la edición de Tokio 2020 para los Juegos Olímpicos tuvo que ser pospuesta por la pandemia de COVID-19 que azota al mundo entero, respondiendo así a la maldición de los 40 años. 

Cuando la noticia de la cancelación de los Juegos Olímpicos se dio a conocer, el viceprimer ministro de Japón, Taro Aso, declaró en el parlamento que “Cada 40 años hay unos Juegos malditos, eso es un hecho”, lo que causó fuertes críticas, aunque muchos ya lo pensaban desde antes.

¿A qué se refiere este hombre con la maldición de los 40 años? Durante 1940, los Juegos Olímpicos verían luz, casualmente, en Tokio, Japón, para después moverse a Helsinki, Finlandia, tras la renuncia del país nipón, sin embargo, el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial impidió que esa edición se llevara a cabo, siendo la segunda vez que se cancelaba una justa deportiva de ese calibre.

Para 1980 ocurrió un hecho sin precedentes. La sede de esa edición fue Moscú, sin embargo, Estados Unidos había amenazado a Rusia por la invasión a Afganistán, argumentando que era una invasión violatoria del derecho internacional. Rusia no accedió a las amenazas norteamericanas, por lo que el presidente Jimmy Carter decidió boicotear la justa deportiva. 

Lo que sucedió fue que Estados Unidos no envió a ningún deportista a Rusia, acción que fue apoyada por 65 países más, entre ellos Alemania, Canadá, Argentina, Chile, Japón, Turquía, Noruega, entre otros. Del total de 66 países que se abstuvieron de participar, el Comité Olímpico Internacional estima que entre 45 y 50 lo hicieron en apoyo a la iniciativa estadounidense.