Hablar de identidad sexual es en sí un tema delicado, pues en él convergen diversas opiniones que contrastan entre sí. Pese a la apertura que se ha dado al respecto y a la información que se ha difundido para contrarrestar la discriminación, aún queda un camino largo por recorrer.

En el deporte las habilidades físicas desempeñan el papel principal, ya que todo depende de ellas, de ahí que existan pruebas específicas para mujeres y para hombres, además de que los atletas paralímpicos festejen sus propias contiendas, a fin de que todos compitan en condiciones “igualitarias”; no obstante, en estas clasificaciones, por así decirle, aún hay dilema en cuanto a la integración de las personas transexuales.

Las personas transexuales son aquellas que han cambiado su aspecto físico mediante hormonas y cirugías a fin de conseguir que su cuerpo corresponda con el sexo o el género al que ellas sienten pertenecer. Una vez planteado esto se pueden comprender las perspectivas en pugna respecto a la participación de las personas transexuales en los deportes.

Por un lado, se encuentran aquellos integrantes de los comités deportivos que están a favor de su integración, pues indican que no hacerlo significa atentar contra sus derechos, es un acto de discriminación.

Por otro están los que se apegan a cuestiones meramente biológicas, ya que insisten que las mujeres transexuales tienen ventajas físicas sobre las mujeres cisgénero (aquellas cuya identidad de género coincide con su fenotipo sexual) debido a la biología masculina con la que se desarrollaron en la pubertad.

A pesar de los conflictos, se ha dado el caso de mujeres transexuales que han participado en grandes contiendas deportivas: la nadadora estadounidense Lia Thomas y la neozelandesa Laurel Hubbard, quien practica halterofilia. 

¿Cuál es tu opinión al respecto?, ¿crees que debería abrirse una nueva categoría deportiva para que las personas transexuales compitan entre sí?

@BalonesyMujeres