Es común escuchar historias de éxito que nos dejan boquiabiertos, pensando en las grandes capacidades que tiene nuestro cuerpo; pero, sin duda alguna, existe un deportista que ha llevado dichas capacidades al límite, y que hasta la fecha nos sigue sorprendiendo con su talento y estado físico; hablamos de Michael Phelps, el atleta más ganador de la historia, en Juegos Olímpicos.

Michael nació en Baltimore, Maryland, un 30 de Junio de 1985. Es el menor de tres hermanos, y desde temprana edad, su familia lo apoyó para que comenzara a practicar natación, la razón principal fue que necesitaba encontrar una actividad que lo ayudara a controlar su hiperactividad. A partir de los diez años, comenzó a romper distintas marcas, y a llamar la atención, dentro del medio deportivo.

Posteriormente, y con apenas 15 años de edad, calificó para representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Sidney, esto en el año 2000; y aunque no logró llevarse medallas, durante esta edición, sí logró quedarse con el título del nadador más joven en entrar al equipo de natación, en más de 60 años.

Después llegó su gran revelación, dado que en las Olimpiadas de 2004 –celebradas en Atenas– se llevó seis medallas de oro y dos de bronce, al participar en ocho pruebas de nado. Pero la leyenda apenas comenzaba a escribirse, ya que al llegar a los Juegos Olímpicos de Beijing, en 2008, su título como el mejor nadador de la historia se convirtió en una realidad, al llevarse ocho medallas de oro, generando muchas expectativas y barriendo con todos los récords.

Durante ese año, fue nombrado Deportista del año. Pero como en todas las historias, la vida de Phelps sufrió algunos contratiempos, ya que desde los inicios de su carrera, tuvo problemas con el alcohol, al grado de que, en más de una ocasión, fue detenido por conducir en estado de ebriedad. Algunos años después, también se vio envuelto en un escándalo por el uso de marihuana.

Entonces, llegaron los Juegos Olímpicos de Londres –en 2012– dentro de los cuales, se llevó cuatro medallas de oro; con esto se convirtió en el atleta más ganador de la historia con 22 preseas; además, es el deportista con más medallas de oro (18), más medallas en eventos individuales (11), y más medallas ganadas en eventos masculinos (13).

Muchas personas dicen que, como a cualquier joven, el éxito se le subió a la cabeza y que lo hizo perder la noción de muchas cosas que iban mal en su vida, hasta que llegó la gota que derramó el vaso, y en 2014, Michael fue arrestado por conducir a más de 135 kilómetros por hora, en estado de ebriedad. Como consecuencia, fue sancionado por la federación de su país con seis meses de suspensión, y se quedó fuera del Mundial de Natación, celebrado en 2015.

Después de superar esta dura prueba, “El Tiburón de Baltimore”, decidió cambiar totalmente su vida, dejó de tomar alcohol, se reconcilió con parte de su familia, y, quizá el cambio más grande, fue que se convirtió en padre, situación que él mismo afirma, cambió completamente su percepción de la vida y del éxito.

A sus 31 años, Michael Phelps se prepara para participar en sus quintos Juegos Olímpicos. El nadador llega a Río 2016, siendo el segundo más rápido del mundo en los 100 metros mariposa; además, durante estas olimpiadas, competirá en las pruebas de 100 y 200 metros mariposa, 200 metros individual, 200 metros combinado, relevos 4 x 200 metros, libres y 4 x 200 metros, combinado; esperando aumentar el número de medallas ganadas a lo largo de su carrera.

Phelps asegura que está en su mejor forma, y que está listo para demostrar que sigue siendo uno de los grandes, estamos seguros de que nos regalará momentos inolvidables y que se quedarán en la historia del deporte, a nivel mundial.

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