Dentro del fútbol, hay personajes que dejan un legado que vivirá con nosotros –los fanáticos– por siempre; al mismo tiempo, existen jugadores como Iker Casillas, quienes se han encontrado con muchas trabas en el camino y que, con talento, madurez y experiencia, lograron derribar todos los obstáculos, para así construir su propia historia.
Iker Casillas Fernández, nació un 20 de Mayo de 1981, en Madrid. Desde muy pequeño, supo que su pasión era jugar al fútbol, pero poco después, descubrió que era diferente, gracias a que comenzó a desempeñarse como portero.
Apoyado por sus padres y su hermano, Iker ingresó a las categorías inferiores del equipo de sus amores: el Real Madrid. Después de muchos años de esfuerzo, sus habilidades fueron reconocidas y ascendió entre las diversas categorías de la institución blanca.
Una gran sorpresa fue para él, cuando fue convocado con el primer equipo, esto a la edad de 16 años; después, llegó el momento de demostrar su valor, al ser convocado durante la temporada 1998/1999 –una de las mejores para los merengues– ya que se coronaron campeones de la Champions League por octava ocasión, situación que convirtió a Iker en el portero más joven en ganar dicha competición.
En el 2001, brilló de nuevo dentro del torneo más grande de Europa, al ser una figura clave en el partido, en el cual el Real Madrid se impuso al Bayer Leverkussen, para ganar la novena Champions. Durante la siguiente temporada, se convirtió en titular indiscutible.
Dentro de sus mayores logros se encuentra el bicampeonato, que alcanzó con la Selección Española, al ganar la Eurocopa en 2008 y 2012; aunque sin duda, uno de los mejores momentos en la carrera de “San Iker” –apodo que le dieron gracias a sus intervenciones decisivas– fue cuando se coronó campeón del mundo en Sudáfrica 2010, como capitán de su selección, jugando un rol clave para la victoria de su equipo, ante Holanda.
Fue reconocido como el mejor portero en ambas ediciones de la Eurocopa, y se le premió con el Guante de Oro en el Mundial. Esto lo ayudó para ser considerado el mejor portero del mundo por cinco años consecutivos; además de que estuvo en la lista final, para el Balón de Oro desde 2007 hasta 2012.
En 2010, se convirtió en el capitán indiscutible dentro del Real Madrid, lo que le acarreó muchos problemas con el entonces entrenador de la entidad blanca: José Mourinho. Esta serie de problemas, atrajo mucha atención mediática, para el club y para su capitán.
Iker supo sobreponerse a todos los problemas –incluidas algunas lesiones– y en 2014 retomó su lugar como titular dentro del conjunto merengue, y al final de la temporada logró darle una gran alegría a la afición, al conseguir la décima Champions League para el Real Madrid.
Después de toda una vida dentro de las filas del Real Madrid, fue fichado por el FC Porto, en el verano de 2015, respondiendo a los rumores de posibles problemas entre el jugador y los directivos del club.
A pesar de su abrupta salida, Casillas es reconocido como una de las grandes figuras del Real Madrid y de la Selección Española –se rumorea que el retiro de su selección está muy cerca– y como una leyenda del balompié a nivel internacional. Se habla de que su futuro está en la MLS (Major League Soccer), pero hasta el momento, sólo son rumores.
Jugadores como Iker Casillas, nos demuestran que el amor hacia un club y sus fanáticos, sí existe, y que no debemos rendirnos, aunque tengamos al mundo en contra nuestra.