Todos conocemos al máximo exponente del fútbol a nivel mundial; muchas personas dicen que sus habilidades no son de este mundo, y están en lo correcto, porque Messi es único y en verdad dudo que pueda existir uno como él, por lo menos no en mucho tiempo.
Lionel Messi nació un 24 de Junio de 1987 en Rosario, Argentina. Viene de una familia humilde, ya que sus padres debían trabajar mucho para mantener a sus cuatro hijos –Messi tiene dos hermanos mayores y una hermana más pequeña– en cuanto Leo cumplió los 13 años, toda la familia se mudó a Barcelona para perseguir el gran sueño del ahora, mejor jugador del mundo.
Su famoso apodo, “La Pulga”, nació a causa de su baja estatura, ya que a los ocho años, Leo fue diagnosticado con deficiencia en la hormona del crecimiento, padecimiento que no le permitía crecer con normalidad.
El tratamiento era muy caro, pero en cuanto fue descubierto, el FC Barcelona se ofreció a correr con todos los gastos para que su futura estrella tuviera las condiciones ideales para crecer dentro del club.
Su gran debut se llevó a cabo en 2003, frente al FC Porto –que en aquel entonces estaba dirigido por José Mourinho– posteriormente, en 2004, jugó su primer partido dentro de la Liga Española, con apenas 16 años, convirtiéndose en el futbolista más joven en la historia del Barça en jugar un partido de esa magnitud.
En 2006 se convirtió en titular indiscutible, y desde entonces, no ha parado; ha ganado en cinco ocasiones el Balón de Oro, se ha coronado campeón de la Champions League, con el Barcelona, cuatro veces y es el argentino más triunfador –superando a Diego Armando Maradona– con casi 30 títulos ganados a lo largo de su carrera.
La velocidad, su gran golpeo de balón, sus regateos, y la forma tan especial en la que se entiende con todos los jugadores dentro del campo, lo han convertido en el mejor jugador de la historia, y hasta algunos científicos lo han usado como objeto de estudio, ya que dicen, su capacidad dentro de una cancha de fútbol es digna de analizar.
Aunque él mismo ha confesado que no fue hasta hace poco que descubrió la mejor faceta de su vida, al convertirse en padre, junto a su novia Antonella Rocuzzo –a quién conoce desde que tenía nueve años– el argentino es el orgulloso padre de dos niños: Thiago y Matías.
Y aunque algunos problemas legales han manchado su exitosa carrera (líos con impuestos, escándalos de sus hermanos, y peleas inexistentes, con su mayor competidor: Cristiano Ronaldo), Leo ha sabido manejarse y no dejar que nada se sobreponga a su gran talento.
Seguramente la estrella argentina nos seguirá sorprendiendo con su gran fútbol, además de que aún tiene mucho tiempo para ganar más títulos y asegurar su lugar, como el mejor futbolista de la historia.