Dicen que no hay deporte más hermoso que el fútbol, sin embargo, hay gente que no lo entiende así y proyecta su pasión en actos extremos. Es claro que este tipo de personas no comprende el verdadero significado de un deporte como el fútbol, sin embargo, se tiene que admitir que sin ellos el fútbol no sería lo mismo.
Dentro de los actos que una porra está destinada a realizar es, obviamente, alentar a su equipo preferido con cánticos, música , gritos, sin embargo, existen grupos que traspasan ese límite y logran convertir el bello acto de animar en un infierno para las autoridades.
A continuación, un listado de algunas de las porras más violentas del fútbol.
-Estrella Roja y Partizán (Serbia)
Estas dos porras de Serbia siempre protagonizan uno de los encuentros más violentos del país. A los aficionados del Partizán se les conoce como «los sepultureros». Es una de las aficiones más odiadas del fútbol balcánico por las constantes peleas y graves incidentes que producen allá por donde van.
-Atlético Nacional (Colombia)
Es muy común que esta porra no sólo tenga roces con la porra rival, sino que también pelean entre ellos. El célebre narcotraficante colombiano, Pablo Escobar, llegó a tener una fuerte participación en el club por lo que es no es de extrañar que su afición decida tomarse la justicia por su mano.
-Galatasaray (Turquía)
Más conocida por “El infierno de Estambul”, esta porra se caracteriza por generar batallas campales cada que su equipo juega. Esta porra no respeta recinto ya que sus famosas peleas pueden ocurrir tanto en territorio rival como local.
-Boca Juniors (Argentina)
La 12′ es el nombre que recibe la ‘barra brava’ del Boca Juniors, que es así como llaman a los radicales en ese país. Los hinchas del Boca viven cada partido como una final y no es raro ver intervenir a la policía dentro del estadio para calmar un poco los ánimos de las ‘barras bravas’.
-Paok (Grecia)
Desgraciadamente, Grecia también es conocida por albergar porras violentas. El Paok ya ha tenido que jugar varias veces a puerta cerrada como castigo por los altercados que provocan sus aficionados más radicales. La rivalidad con el Olympiacos es feroz y cuando se enfrentan entre sí los partidos son calificados de alto riesgo.