Cuenta la leyenda que antes de que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo se coronaran como reyes absolutos del balompié mundial, existió un futbolista brasileño que llegó a ser el mejor de todo el mundo.
Ricardo Izecson dos Santos Leite, mejor conocido como Kaká, fue el último jugador que ganó el Balón de Oro, antes de que llegara la era Messi vs CR7, lo cual nos habla de la clase y la calidad, con las cuales impactó al universo deportivo.
Kaká comenzó su carrera a los ocho años, cuando ingresó a las categorías inferiores del Sao Paulo; posteriormente firmó un contrato con el club, cuando apenas tenía quince años. Realizó su debut durante 2001, y gracias a sus brillantes actuaciones, llamó la atención de diferentes clubes europeos.
En 2003 llegó su gran oportunidad, cuando fue fichado por el AC Milan, pase que le costó al club italiano ocho millones y medio de dólares. Desde sus primeros partidos, con la camiseta rossonera, demostró que el fútbol italiano era el entorno ideal para que desarrollara sus habilidades como mediocampista de clase mundial.
Durante 2007, la estrella brasileña vivió el mejor año de su carrera, cuando ganó la UEFA Champions League con el AC Milan; posteriormente, el equipo ganó la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
Para cerrar su gran temporada, fue nombrado FIFA World Player, Balón de Oro y además le fue otorgado el FIFpro, al mejor jugador del mundo, dejando atrás a sus grandes competidores, nada más y nada menos que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
En 2009 –y tras varios meses de especulaciones– Kaká fue fichado por el Real Madrid y se convirtió en el octavo fichaje más caro de la historia, después de que el equipo merengue pagara 65 millones de euros por él; aunque lamentablemente su rendimiento con el club español no fue el esperado, debido a diferentes lesiones que sufrió, entre 2010 y 2013.
Finalmente, el brasileño decidió regresar a Italia, de la mano del club que lo vio consagrarse como una estrella; el Milan y el Real Madrid alcanzaron un acuerdo para que Kaká regresara al club italiano. Durante su segunda etapa como rossonero, el ídolo sudamericano anotó su gol número 100 y se convirtió en el décimo jugador en la historia del club, en alcanzar esta cifra.
En 2014, Kaká decidió fichar por el Orlando City de la MLS, no sin antes ser cedido por una temporada, al club que lo vio nacer: el Sao Paulo.
A pesar de su brillante trayectoria futbolística, Kaká no logró sobresalir con su Selección, ya que las lesiones lo han mantenido limitado desde el 2009, cuando ganó el Balón de Oro de la Copa Confederaciones, torneo del cual Brasil salió campeón.
Todos los fanáticos del fútbol recordaremos la clase y el gran talento que siempre han distinguido a Ricardo Kaká, el héroe que, en su momento, superó a los más grandes de todos los tiempos.