En la historia siempre existe esta pregunta: «¿quién habrá sido el primero en…?», y es que es muy curioso conocer esas respuestas y en este artículo hablaremos sobre la primera mujer mexicana en hacerse de una presea en los Juegos Olímpicos, uno de los más grandes escenarios deportivos en el mundo.
Nos remontamos a 1968 y nada más ni nada menos que en México, la esgrimista Pilar Roldán escribiría su nombre en la historia del deporte mexicano, tanto así que se le apodó como «La mosquetera mexicana» después de obtener una plata en la competición. Ya había ofrecido buenas actuaciones antes, como en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1959, donde se ganó una presea de bronce. Incluso en algunas justas después también destacó, lo que la llevó a ser la abanderada de la delegación mexicana en Roma 1960.

Sin embargo, ninguna de las anteriores se compara con la actuación que dio en la Sala de Armas «Fernando Montes de Oca», para convertirse en la primera mexicana en apropiarse de una medalla olímpica. De igual manera se volvió la primer mujer de todo el continente en ganar una medalla olímpica en la disciplina de esgrima. Esa fue la segunda medalla olímpica para el país en la justa de México 1968.
Una vez ganada la plata olímpica, la mujer decidió retirarse. También es la primera mujer mexicana en pertenecer a la Federación Internacional de Esgrima así como la primera en el Comité Olímpico Mexicano. Exactamente hace 8 años la Federación Mexicana de Esgrima y el Comité Internacional del Fair Play le otorgaron un reconocimiento por su destacada trayectoria.

Esta es la historia de una mujer que rompió esquemas y que además demostró que es mejor hacerse de una medalla de plata bien ganada a que de un oro regalado, debido a que bien pudo haber ganado la competición final ante la sueca Kerstin Palm por omisión, debido a que no se presentó a tiempo. La mexicana decidió esperarla y luchar por el oro de forma justa y honorable.

Fuentes: