Dentro del mundo del automovilismo, existen cientos de pruebas y circuitos que ponen a prueba tanto los motores de los vehículos como a los pilotos. Dentro de todas estas competencias, existe una que sigue dando mucho de qué hablar, ya que su fama es ancestral y su dificultad es leyenda entre los fanáticos de este deporte; las 24 horas de Le Mans.
Esta competencia es un mito, ya que desafía a los más avispados pilotos y también la mecánica e ingeniería de las escuderías, pues tiene una duración de 24 horas.

Esta competencia se llevó a cabo por primera vez en 1923, en Francia. Tenía como objetivo probar los autos y así descubrir nuevos materiales y nuevas tecnologías para estos.
El nombre de esta carrera se debe a que se lleva a cabo en el circuito de la Sarthe, cerca de Le Mans, en Francia. Tiene 13 mil 626 kilómetros de extensión y un total de 38 curvas y es considerado uno de los circuitos más largos y rápidos del WEC. En esta competición la regla es sencilla; el equipo con más distancia recorrida en 24 horas es el ganador.

La competencia está dividida en 4 categorías: Hypercar, LMP2, LM GTE Pro y LM GTE AM. Participarán este año 62 vehículos, es decir, 186 pilotos.
Hypercar (LMH y LMP1): Solo pueden ser conducidos por pilotos profesionales (Platino u Oro).
LMP2: Deben tener al menos un piloto amateur (Plata o Bronce).
LMGTE-Pro: La elección de pilotos es libre.
LMGTE-AM: Solo puede haber un piloto profesional.
La idea de esta competencia es que los pilotos (tres por equipo) compartan el mismo auto y se releven cada dos horas (en promedio). Un piloto puede correr máximo 14 de las 24 horas y solo 4 horas seguidas.

Para poder comenzar esta vigorosa competencia, los pilotos tienen el primer día 5 horas de entrenamientos libres, divididas en dos sesiones, más una hora de clasificación. Al día siguiente, tienen dos prácticas libres más y la Hyperbole; en esta última sólo participan los seis mejores tiempos de cada categoría. La carrera comienza el sábado y termina el domingo.
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